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martes, 21 de abril de 2015
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lunes, 29 de septiembre de 2014
¡Y hay dos tipos de sucesión! La sucesión primaria es aquella que comienza en un terreno virgen, desnudo, exento de vida, es decir, que no ha sido ocupado previamente por otras comunidades, como ocurre en las dunas, nuevas islas, etc.
Y la sucesión secundaria es aquella que se da después de una gran perturbación en el ambiente. O sea, la que se establece sobre una ya existente que ha sido completamente eliminada por incendio, inundación, terremoto, you name it. La sucesión ocurre a partir de condiciones especiales, en las que suelen ocupar un lugar especies muy adaptadas a este tipo de perturbaciones.
En todas las sucesiones aparecen primero las especies adaptadas a las condiciones más duras. Son especies pequeñas que no necesitan mucho para ser felices. Con el tiempo van asentándose especies mucho más grandes y más sensibles."
"Mmm...."
"A ver... un ejemplo. ¿Recuerdas Islandia?"
"Imposible olvidar Islandia."
"Islandia es una isla volcánica activa. Con volcanes que escupen su lava, destruyendo toda forma de vida a su paso..."
"¡Pero he ahí su belleza!"
"No lo discuto, pero recuerda aquel día, el día que estalló ese volcán. Recuerda lo despacio que corrimos. Cuando volvimos, no quedaba nada más que negro. Recuerda que unas semanas después el negro empezó a volverse verde."
"Líquenes."
"Exacto. Ese es un ejemplo de sucesión secundaria. Hacía años desde que los primeros líquenes vivieron allí, y desde entonces el volcán ha escupido veces y veces, matándolos y creando espacios en los que vivan los nuevos."
"Pero si Islandia siempre ha sido una isla volcánica activa..."
"¿Sí?"
"Y no parece que vaya a dormirse en una larga temporada... ¿Por qué siguen insistiendo en crecer allí? ¿Por qué no probar en las Islas Feroe?"
"..."
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lunes, 2 de septiembre de 2013
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lunes, 12 de agosto de 2013
Cuentos de los abuelos (parte V)
"Veamos... Si yo ingresé en el 57, y me casé en el 60, 61... debía de ser sobre el año 58.
Yo estaba destinado en Cádiz, y tenía un primo carnal en Tetuán que se había quedado al servicio del gobierno marroquí cuando España concedió la independencia. Se quedó de secretario del gobernador civil de Tetuán.
Se me ocurrió darle una sorpresa e ir a visitarle, y conseguí que el Almirante Jefe de las Fuerzas Navales del Estrecho me diera un pase que decía tal que así:
El Almirante Jefe de las Fuerzas Navales del Estrecho saluda al Gobernador Civil de Tetuán y le ruega que le permitan el acceso a...
Al llegar a la frontera enseñé el pase, los hombres que estaban de servicio hablaron árabe entre ellos, y luego me dijeron que siguiera a uno que era muy grande. Le seguí hasta la calle, hasta la parada de un bus, donde me dijo "Que tenga un buen viaje"... ¡y de vuelta me mandaron a Ceuta!
¡Se limpiaron el culo con el saludo del Almirante Jefe de las Fuerzas Navales del Estrecho!
Llamé a mi primo, "¡Ángel! Que quise darte una sorpresa y me pasó esto...", y mi primo me dijo "¿Cuándo te quieres venir?" "¡Pues mañana!" "Pues vente aquí y preséntate."
Al día siguiente había movido hilos y gracias a que era secretario del gobernador civil de Tetuán pude pasar a visitarle. Pero el desprecio que nos tenían a los españoles no tenía límite..."
domingo, 11 de agosto de 2013
La joven Miss Take ha muerto una vez más.
Están reconstruyendo lo que parece una ciudad entera alrededor de su tumba,
y la estatua del ángel tapando la lápida con una sábana ya no se ve entre las bibliotecas,
las flores, y las cafeterías vintage.
miércoles, 26 de junio de 2013
La historia de los árboles
(Years, de Bartholomäus Traubeck. Conócelo aquí.)
Traducidos a un idioma que todos pueden entender, los anillos de los árboles nos relatan la historia que más fascinación y miedo produce.
Es difícil para el ser humano dominar la serenidad necesaria para enfrentarse al tiempo con tanta franqueza como los árboles.
Los anillos cuentan una historia mayor, más terrible y más hermosa que cualquier vivencia nuestra.
Lo minúsculos que somos.
Cómo nada se detiene.
Jamás.
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martes, 25 de junio de 2013
Cuentos de los abuelos (parte III)
"... Hacía catorce años que no entraba a rezar en la iglesia donde nos casamos, siempre pasaba por delante y siempre estaba cerrada. Pues un día que pasé por allí y la vi abierta entré para dar gracias por nuestro matrimonio. Había que rezarle a San Expedito, pero lo gracioso era que yo no sabía ni quién era ni porqué diantres estaba vestido de romano..."
(San Expedito, el santo de las causas justas y urgentes,
que de no resolverse de forma inmediata provocarían gran perjuicio.
También es el patrón de los jóvenes, socorro de los estudiantes,
mediador en los procesos y juicios, salud de los enfermos,
y protector de los problemas de familia, laborales y de negocios.
Un poco de todo, vamos.)
"... en mi época las chicas que ya habían tenido un novio no me valían, no me interesaban, ni a mí ni a cien otros que pensaban como yo. Queríamos ser los primeros, ¿me entiendes? Los primeros."
Y sobre todo una hija que le dice a su madre que no quiere vivir la vida que ella vive. Ante eso, más de veinte años después, los ojos se nublan cuando se asegura en voz alta que uno cree que ha sido buen marido y buen padre, y no recibe respuesta.
No quiero olvidar lo hondo que nos caló a los dos.
Somos quienes somos. Y yo sí doy gracias por ti.
miércoles, 24 de abril de 2013
Dar a luz
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domingo, 17 de marzo de 2013
Cuentos de los abuelos (parte II)
"Nena, cuando nosotros éramos pequeños, y no había televisión ni las maquinitas estas, lo que teníamos eran gusanos de seda. Se hacían sus capullos, y no voy a hablar de eso porque me da fatiga, pero se hacían sus capullos, salían, ponían los huevos y se iban, y así otra vez."
"Mi hermana pensaba que la querrían en Venezuela, pero allí tenían muy arraigado lo del español malvado, el malvado conquistador, el malvado español... yo le decía que se volviera, pero no me hizo caso."
"Fui a confesarme, como todas las semanas, aunque poco tenía que confesar, y el cura me preguntó cuántos hijos tenía, y le contesté que dos. Me preguntó "¿Cuántos años llevas de casada?" y yo le respondí que siete. ¡Y me dijo que eran pocos hijos! ¡Y que no me concedía la absolución hasta que le prometiera que iba a tener más! Yo salí disgustada de allí, y me fui a otra iglesia donde el cura sí me absolvió, y al llegar a casa se lo dije a tu abuelo... ¡Pero no le dije qué cura fue, porque le rompía la nariz! Verás, los curas no están interesados en el pueblo... y van a por los mejores, también. Había unos curas a los que les pegaron una paliza, porque los llamaban los curas comunistas..."
Y de fondo se oye al abuelo, canturreando "la Cospedal, cose la ropa con un dedal"...
Y por más cosas, son la prueba de que se puede sobrevivir a sufrir.
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lunes, 10 de diciembre de 2012
Cuentos cantados (Parte I)

"1982,
I was at Whales
When the wind was blowing fiercly
Storm
Waiting for the ferry
I've been to Ireland, I've been to Ireland
You feel the boat go up and down
..."
[Cuéntame más. No quiero morirme sin haberte conocido.]
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lunes, 29 de octubre de 2012
viernes, 8 de junio de 2012
sábado, 5 de mayo de 2012
Escala de grises
Ella es exactamente como todas las demás, tanto si la miras de lejos como si la diseccionas al milímetro, hasta entender cómo funcionan las palancas y los engranajes hechos de sentimientos, secretos inventados, y distinguidos gustos musicales.
Ella es una buena persona, como todas las demás. Es inteligente, divertida, le importa la gente que le importa, tiene sueños y ambiciones. Tiene una mirada oscura que parece despierta y ausente a la vez, con el trasfondo de tristeza personal que tiene todo el mundo.
Se recoge el pelo en una coleta y se remanga una manga de su enorme jersey gris, parece preparada para echarse a correr, y los enamoradizos pasarán horas mirándola, intentando averiguar si para huir o para cazar.
Los dedos le huelen a tabaco. La manera en la que respira cuando pasa las hojas de sus apuntes es la prueba final de que está rota por dentro.
Reconozco ese tipo de destrozo mental.
Sin duda, esta chica lleva en alguna parte de su cuerpo tatuado un laberinto de mentiras de una sola línea... que lleva directa hasta ti.
Creyó que podía jugar al juego que tiene fecha de caducidad y salir ilesa. Y tú no tuviste ningún tipo de piedad, ¿verdad que no?
No me malinterpretes, ni te condeno, ni la compadezco.
Puedo imaginar perfectamente lo que le hizo caer tan rápido y tan fuerte. Las conversaciones a oscuras, las escapadas a esa playa tan secreta, los regalos de una cuerda y dos abalorios. Los amaneceres desde el tejado, los gritos por encima del ruido de la ciudad. Las promesas sin palabras de que erais perfectos el uno para el otro.
Pero tú no haces promesas. Eso es lo primero que le dices a las personas.
Puedo imaginarte conociéndola exactamente en ese mismo centro de donación de sangre. No deja de ser inquietante tu afición a esa práctica, aunque ya no me quedan ganas de analizarte.
Realmente... ya no quedan cosas impresionantes sobre todo esto.
La gente quiere lo que no tiene, y por eso ella se dejó tatuar.
Con lo manipulador que eres, estoy segura de que la retorciste hasta desencajarle los huesos. Hiciste que dudara de sí misma y que se perdiera el respeto. Y al final, claro, ¿qué opción queda excepto la de arrancarse el pelo de la cabeza y acabar con todo?
Eterno soltero. Y tu manía de destruir lo que te aburre.
Ah... ¿de repente te molesta mi cinismo?
Podría achacarlo a lo que pasó, pero ni siquiera voy a darte el privilegio de decirte que me has cambiado, y, francamente, no lo recuerdo con la suficiente claridad.
Lo siento. Tengo memoria de pez y además la costumbre de olvidar lo malo para hacer sitio a nuevos e increíbles momentos.
Con lo cual, sin mentirte, lo único que me queda de todo eso es la sensación de pasarme la mano por el pelo y notar todos los nudos.
Ella levanta la mirada y nos fijamos la una en la otra durante unos segundos. Somos iguales a todas las demás.
No la compadezco.
Notamos la tortura de la aguja, y los labios que, pasado el tiempo, besaron el dolor hasta hacerlo desaparecer. Sentimos algo.
Si revuelvo en mí hasta encontrar un sentimiento sobre esto, lo único que de verdad me da pena es que veas la vida en esa escala de grises muertos.
Estás jodido por dentro.
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