viernes, 6 de septiembre de 2013

Verano pasado (parte I)

2010

Ya muere Julio poco a poco.
Cayó de lado, y ahí yace ahora, sangrando dorado a borbotones.

Julio huele a arena, apenas ve la televisión y le gusta quedarse despierto para ver cómo el cielo pasa de la oscuridad más absoluta al blanco más puro, ese blanco que aparece justo antes de amanecer. Me solía decir que ese cielo era un gigantesco espejo, que se muestra vacío porque solo nos reflejaremos en él una vez sepamos quienes somos.

Ahora el cielo es de un azul convincente, supongo que refleja el color de los ojos y los labios de Julio.

Le quedarán digamos... nada, unas horas de vida, y no hay cosa que pueda hacer yo, ni para salvarle, ni para darle el descanso que ahora busca con tanta desesperación.

Yo a Julio lo quise mucho, lo admito. Es de esos que te conoce en un momento de estrés y debilidad, y te sostiene en brazos un rato, para vivir contigo el renacimiento de tu confianza en ti misma y tu felicidad. Llegué a pensar que fue gracias a él que tuve éxito en lo que me propuse.

Más tarde, volví a tambalearme. Nunca llegué a caerme de verdad, aunque unos días pensara que sí. Y aunque no cayera, ahí estaba él, con los brazos abiertos para sostenerme.

- Te rapto - me susurró al oído, se le escapaba una sonrisa. 
Y me llevó algo lejos, donde me lamió las heridas y me acunó a pesar de que yo nunca pensé necesitarlo.

Julio y yo siempre éramos sinceros el uno con el otro, nos conocíamos a la perfección, y dormíamos desnudos, así que la última imagen que veía antes de cerrar los ojos era su piel brillante, sus rizos dorados, su sonrisa.

Lo mejor de todo era que, al despertar, él siempre estaba allí. Siempre abría los ojos antes que yo, y cuando se cansaba de esperar por mí, me acariciaba la barriga hasta que despertaba.

Sí, admito que lo quise mucho.

El sabe que en mi mente pongo el verbo en pasado, pero no le duele, no eso, precisamente.

Suspiro. Me revuelvo el pelo.

Casi no me enteré de los últimos días con él. Ojalá me acordara... tendré que apuntarlo todo en alguna parte, porque el año que viene me habré olvidado de él y de todo lo que vivimos juntos.

Julio tose. Se gira, se pone boca abajo, las manos llevadas al estómago, de donde sigue brotando la sangre dorada. 

Suspiro. Otra vez. Me revuelvo el pelo. Otra vez. Julio me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa.

No creo que me olvide de él... en seguida.

Qué demonios, y, ¿a quién intento engañar? Me muero de curiosidad por conocer a Agosto.




0 rumor(es):

Publicar un comentario

 

camina, camina...

Image and video hosting by TinyPic

... y camina

Image and video hosting by TinyPic

desde los cielos, hasta..

Image and video hosting by TinyPic

the end of St.Petesburg

Image and video hosting by TinyPic